sábado, febrero 07, 2009

Modelos

Micaela y Miguel formaban una pareja singular. Toda su vida esperaron un hijo que nunca llegó. En cambio, ellos actuaban, incluso ya mayores, como si todo estuviera por suceder y calculaban los peligros que tendrían que evitar, dentro de la casa, para que la criatura sufriera daño alguno. Su persistencia les salvó de la desesperación; su hilaridad, ante los ojos del mundo, les granjeó el cariño de todos cuantos les conocían. Fenece quien amortaja su onirismo.


Visto (para mí justo en el momento adecuado, y en varios sentidos) en El día que estés muerto sabrás cuanto te quieren, otro blog que agrego a mi lector de feeds.

7 comentarios:

Senior Citizen dijo...

Pero....

¡Que difícil contar
los sueños fugitivos
con palabras despiertas!


Gerardo Diego

Anónimo dijo...

Nat, gracias por las citas en tu blog.

Un saludo cordial.

Nat dijo...

fmop: Me encantan los textos breves, e incluso los hiperbreves.
Gracias por pasar!

Senior: quien tiene amigos sabe leer sus sueños fugitivos. Creo yo.

Senior Citizen dijo...

Me gusta el "lavado de cara" del blog y me gusta la entradilla...

O lema, o como le podamos llamar.

Nat dijo...

Entrada, lema...y homenaje.

Porque ya no quería verlo allí abajo de todo del blogroll, porque me siento honrada de que haya escrito esas palabras para mí y porque fue tan certero (como siempre) en entender mis complejos de culpa...

Aunque no tengamos un tiempo eterno, es bueno saber que un amigo nos otorga ese plazo, nos espera, a veces en impaciente silencio...

Es una confortante sensación la que me transmite ese haiku. Y a la vez es una pequeña manera de tener presente al Profe.

Anónimo dijo...

Gracias a Senior he podido ver este bello homenaje a Carlos.
Muchas gracias, Nat.

Nat dijo...

Gracias a tí, Yedra, por pasar un ratito por aquí.

Un abrazo grande.