miércoles, mayo 09, 2007

Sinceramente

Las buenas canciones no son para tararearlas en cualquier momento y lugar...


Cuéntale a tu corazón

que existe siempre una razón
escondida en cada gesto.
Del derecho y del revés
uno sólo es lo que es
y anda siempre con lo puesto.

Joan Manuel Serrat...


Esta por ejemplo, puede canturrearse con despreocupación, en voz no muy alta, mientras uno cocina albóndigas con arroz. Es el momento exacto, mientras por un instante el universo parece estar en armonía. La canción viene a la mente y uno la escucha, apenas la escucha, casi sin saber que la propia voz suena.

Alguien preguntará que estamos cantando. Pero la canción y su sonido serán tan profundamente nuestros que nos dará pudor continuar.

Sin embargo, música y poesía están allí, esperando ser compartidas por primera vez.

2 comentarios:

Profesor Portillo dijo...

Nunca es triste la verdad,
lo que no tiene es remedio...

Nat dijo...

Ni falta le hace.

Qué linda canción! no me canso.

Las canciones me atacan inesperadamente. Vuelven del pasado o quien sabe de donde, porque la música jamás es vieja.

Esa canción, la que vuelve, empieza a retumbar en mi cabeza hasta que se me hace imposible no cantarla. Empiezo a tararearla mientras voy por ahí, mientras hago otras cosas.
Después, la duda sobre alguna estrofa o quizás las ganas hacen necesario revolver discos, casettes (como no!), y si nada resulta, internet. Hasta que por fin la oigo en su versión original (que no verdadera).
Llevo una semana escuchando ésta en mi cabeza, cantándola y ahora escuchándola en la voz del Nano. Y no me canso.