viernes, octubre 27, 2006

La tarde del martes

El martes por la tarde volví a casa apurada porque todo se ponía negro. Todavía no eran las 18, y cuando llegué desde mi puerta el cielo se veía así...


Todavía había tranquilidad, sin embargo. Él dormía plácidamente...



No pasaron cinco minutos y el temporal se desató. Lluvia fuerte, relámpagos, truenos. Corrí a desenchufar la pc. En unos segundos todo estaba en orden, no había ningún contacto con el mundo exterior desde mi artefacto de trabajo y entretenimiento. Pero él percibió el peligro y corrió a su puesto. Hizo guardia durante toda la tormenta...


Un rato después, cuando ya no había riesgos, prendí la tele, y daban esta noticia...


¿A quien se le ocurre confiscar las tortas fritas en una tarde de lluvia? A la policía, claro, a quien más...

El miércoles por la mañana, ya todo parecía normal.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

¿La policía había dejado de confiscar tortas fritas? ¿O Neo volvió a dormir a pata ancha?
(¡Grande, gato gato!)

Anónimo dijo...

¡FELICIDADES! :D

Anónimo dijo...

Pero…

¡Ya no hay más respeto!
¿qué pasó con el tradicional mangazo (”regalito,atención, por favor sirvansén (*)ustedes…”) de pizzas?
Ya nada es lo que era…

(*)es notable el exceso de nitrógeno que encontramos en las palabras usadas por la gente.

Nat dijo...

Zifra, Nfer, gracias a los dos. Por esas cosillas del (horrible) funcionamiento de Blogger, acabo de leer estos comentarios hoy, 10/11. Tarde entonces lo mío, pero igual mil gracias por pasar a saludar.
Nfer, las pizzas…deberíamos ponerles fecha…y lugar ¿no?
(mi cumple es en realidad el 28, vayamos agendando fechas, quizás para el 2007…)
Un abrazo a los dos.

Anónimo dijo...

Me anoto a la pizzeada, pero que sea antes del próximo 28 de octubre; antes o después de que nos mudemos, pero pronto.