sábado, octubre 20, 2007

Contratango (y tristeza)


Pasó el tiempo del desguace,
de aprender cómo se hunde
la miseria en la miseria
y el dolor en el dolor.

Ya no gimo en la amargura,
la soledad no me aterra,
aprendí a quererme un poco,
p'a vivir cogí valor.

Fue entonces que pude verla,
sonriendo a mi costado,
que pude tomar su mano
y abrir mi pecho al amor.

Por eso no pienso en irme
ni en cesar mi pensamiento.
¡Que ya se fue el sufrimiento
y pensar puedo mejor!

Profesor Portillo


Tenía esas cosas. Contestaba a un tango con un contratango. Comentaba en haiku.

No sé bien en que momento lo conocí. No sé si lo conocí, aunque sé que he querido hacerlo.
Me invade la tristeza y me resisto a creer.
Quien sabe por qué un puñado de personas en el mundo pueden entenderse a la distancia, creando una pequeña e invisible red de afectos intangibles y sin embargo, tan reales.

El Profe falta desde el 16 de octubre en mi pequeña red. Y lo voy a extrañar.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

gracias. me consta que el también te apreciaba

Nat dijo...

Lo sé. Por eso discuto a quienes otorgan un rango inferior a las amistades virtuales.
Puede llegar un día u otro ese encuentro, el café, las cervezas, las risas cara a cara...pero mientras no sucede no hace falta.

Estuve todos estos días recorriendo sus palabras, y creo que todo lo que ha quedado escrito es parte de lo mejor del Profe.

Con eso me quedo...

Un abrazo, Zifra