sábado, febrero 07, 2009

Modelos

Micaela y Miguel formaban una pareja singular. Toda su vida esperaron un hijo que nunca llegó. En cambio, ellos actuaban, incluso ya mayores, como si todo estuviera por suceder y calculaban los peligros que tendrían que evitar, dentro de la casa, para que la criatura sufriera daño alguno. Su persistencia les salvó de la desesperación; su hilaridad, ante los ojos del mundo, les granjeó el cariño de todos cuantos les conocían. Fenece quien amortaja su onirismo.


Visto (para mí justo en el momento adecuado, y en varios sentidos) en El día que estés muerto sabrás cuanto te quieren, otro blog que agrego a mi lector de feeds.

Epistolario

Señor Dios:

La presente es para comunicarle que doy por extinguida nuestra relación a todos los efectos y por tanto, en aras a mejorar las tareas burocráticas del registro divino, le conmino a que borre mi nombre del libro del Juicio Final, cita a la que no pienso acudir.


Visto en Adversus Mathematicos (blog al que me apunto a partir de hoy), gracias a una cita de Zifra.