lunes, marzo 13, 2006

Sabina, y no más

este adiós no maquilla un hasta luego
este nunca no esconde un ojalá
estas cenizas no juegan con fuego
este ciego no mira para atrás
este notario firma lo que escribe
esta letra no la protestaré
ahórrate el acuse de recibo,
estas vísperas son las de después

2 comentarios:

Anónimo dijo...

bueno, si pinta el bajon tambien conozco de eso…

Jodido este noviembre,
que me fusila y amanece sin vos
¿Dónde fue que perdimos la risa?
De nuevo no volviste:
malas noticias para mí y para vos,
nadie nos fía más mentiras.
Tanto cielo afuera y nosotros estrellándonos.
Tanta luna suelta y nosotros sin tocarnos,
sin aullarnos…
Jodido este noviembre.
Tirando piedras para ahogar el dolor
de esta patada y este silencio.
De nuevo sin aliento,
llegando tarde a lo que nunca parió.
¿Quién nos estranguló las ganas?
Y mientras las gentes salen a morir sus vidas,
yo mastico tu nombre
y le tiro este corazón a los perros,
y después te olvido.
Mascotas huerfanitas,
malas noticias para mí y para vos,
nada crece entre las cenizas…
Tanto cielo afuera y nosotros estrellándonos.
Tanta luna suelta y nosotros sin tocarnos,
sin aullarnos.
Y mientras las gentes salen a morir sus vidas,
yo mastico tu nombre
y le tiro este corazón a los perros.
Y después, te olvido.
Jodido noviembre.

Anónimo dijo...

Ahora que nos besamos tan despacio,
ahora que aprendo bailes de salón,
ahora que una pensión es un palacio,
donde nunca falta espacio
para más de un corazón…

Ahora que las floristas me saludan,
ahora que me doctoro en lencería,
ahora que te desnudo y me desnudas,
y, en la estación de las dudas,
muere un tren de cercanías…

Ahora que nos quedamos en la cama,
lunes, martes y fiestas de guardar,
ahora que no me acuerdo del pijama,
ni recorto el crucigrama,
ni me mato si te vas.

Ahora que tengo un alma
que no tenía.
Ahora que suenan palmas
por alegrías.
Ahora que nada es sagrado
ni, sobre mojado,
llueve todavía.
Ahora que hacemos olas
por incordiar.
Ahora que está tan sola
la soledad.
Ahora que, todos los cuentos,
parecen el cuento
de nunca empezar.

Ahora que ponnos otra y qué se debe,
ahora que el mundo está recién pintado,
ahora que las tormentas son tan breves
y los duelos no se atreven
a dolernos demasiado…

Ahora que está tan lejos el olvido,
ahora que me perfumo cada día,
ahora que, sin saber, hemos sabido
querernos, como es debido,
sin querernos todavía…

Ahora que se atropellan las semanas,
fugaces, como estrellas de Bagdad,
ahora que, casi siempre, tengo ganas
de trepar a tu ventana
y quitarme el antifaz.

Ahora que los sentidos
sienten sin miedo.
Ahora que me despido
pero me quedo.
Ahora que tocan los ojos,
que miran las bocas,
que gritan los dedos.
Ahora que no hay vacunas
ni letanías.
Ahora que está en la luna
la policía.
Ahora que explotan los coches,
que sueño de noche,
que duermo de día.
Ahora que no te escribo
cuando me voy.
Ahora que estoy más vivo
de lo que estoy.
Ahora que nada es urgente,
que todo es presente,
que hay pan para hoy.
Ahora que no te pido
lo que me das.
Ahora que no me mido
con los demás.
Ahora que, todos los cuentos,
parecen el cuento
de nunca empezar.