lunes, enero 08, 2007

Año nuevo



Sepan ustedes que el silencio no es tiempo perdido sólo si significa una espera ardiente. Que después de una noche lluviosa, aun en la incertidumbre pueden surgir certezas. Que es mejor soñar en paralelo y mirar en diagonal.

Los Reyes Magos habían pasado hacía dos días. El mundo había temblado bajo nuestros pies el 31 de diciembre justo a la medianoche, aunque pensamos que era el estruendo de los fuegos artificiales.

Sepan ustedes que el amor está hecho de cosas sutiles, ingrávidas, impalpables, fugaces. Si no está fabricado de esa sustancia, tal vez no sea lo que parece.

Por la tarde, a la hora en que la siesta de verano comienza a terminar, el eco de un sentimiento alumbró desde un tiempo distante. Se escapó desde el universo alternativo donde habitaba, inerte, y se decidió a vivir de verdad.

Créanlo. Puede pasarles cualquier día. A condición de que sea domingo de enero y que la lluvia esté cerca. Sólo y tan sólo si la mente, el corazón y el alma (aunque no exista) funcionan al unísono.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

lo cierto es que siento un ritmo que me empuja, que no sé a dónde me lleva, que no sé...

carmel

Anónimo dijo...

Ni falta hace que te diga que te dejes llevar. Además, ya te lo he dicho :)
Felíz año para tí, Carmel.

Anónimo dijo...

feliz feliz

muchos abrazos de año nuevo, esto es grande sin duda.

Anónimo dijo...

Los verdaderos sueños en paralelo son aquellos concebidos por una mirada de frente y una sonrisa que hizo temblar el mundo.

Una mirada y una sonrisa fugaces y sutiles, con las que decís que se teje el amor, apenas eso alcanzó para hacer añicos acumuladas sabidurías de rutinas.

El hombre, dueño de su tiempo circular se convirtió, de pronto, en un niño inexperto. Menos sabio, sí, quizá más temeroso, pero fundamentalmente más feliz y con muchas ganas de jugar con vos bajo la lluvia.