sábado, enero 13, 2007

Perfil



Ella, cachetes abundantes y patas gordas, mira las sombras de la reja sobre el piso soleado.
El piso es de algo parecido a la madera (dirán, los que se acuerden, que piso era). Hay una alfombra y dos almohadones redondos tejidos. Me gusta.
Pensativa, ella sostiene su libro de los 100 cuentos. Me encantan esos dedos.
La ropa le queda un poco chica, estaba creciendo, pero todavía no lo suficiente para ocupar su cabeza en más de una cosa a la vez.
Y esta vez eran, indiscutiblemente, las sombras de la reja en el piso. Y quizás la sensación de calor sobre los piecitos también gordos.
Cuando pueda contaré por qué más me gusta tanto esta foto.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

5°piso "A" mirando al sol,en la calle Alem de la ciudad de Quilmes.Si,el piso es parquet,siempre bien encerado,la alfombra,rustico yute y los almohadones tejidos por la abuela Margarita,al crochet eran verdes y azules(formaban parte de unos sillones de mimbre).Detras,en la oscuridad de la antigua foto,libros y mas libros,siempre fueron,supongo una gran tentacion,pero,no"eso no se toca",debias conformarte con tus cuentos y piiiiiiiilas de revistas,
mas arriba,en los primeros estantes de la biblioteca,sonaba algun poema de Nicolas Guillen o canciones de Zitarrosa.Pasabas horas frente a esa ventana,mas interesada,me parece,en el adentro que en el afuera.
En eso no cambiaste,seguro.
Y me voy,antes que me eches.

Nat dijo...

En eso no cambié, seguro.
A menos que lo que espera afuera sea alguna manifestación por una causa justa, o (y más en el presente) un prometedor paseo hasta una librería de esas con cafecito incluído.
No creo que haya muchos más motivos para no estar del lado de adentro, en una tarde de otoño o primavera, cuando el solcito dibuja sombras en el piso, y hay libros, tibieza y buena música adentro.