jueves, junio 14, 2007

No debería estar escribiendo esto

Resulta que es miércoles por la mañana y la vida no avanza. Es decir, avanza, pero como decía alguien, mientras yo estoy haciendo otra cosa (que no sé cual es).

Tengo dos horas para cumplir con un trabajo y divago de blog en blog. Me es difícil concentrarme y no quiero concentrarme. Tal vez ganas de tener toda una tarde para quedarme colgada en las alturas, mirar el sol si es que como hoy se digna a salir, caminar un rato y después sentarme placidamente a escribir lo que me venga a la cabeza, que claramente no es la nota sobre el Patronato de Liberados, ni los reclamos de los señores de buena familia que piden mano dura.

Lo cierto es que vía Bloglines leo a Sebastián, y a través de él llego a un par de bitácoras lindas. Y ahí me quedé…Me siento culpable si escribo algo “mío”, pero parece que leer no me da culpa.

En fin, que he perdido tiempo como todos los días. Y lo sigo haciendo.

Creo que mi día felíz va a ser aquel en que no sienta que lo estoy derrochando. Quizás entonces la vida comience a transcurrir mientras yo estoy en ella. Quizás, no sé.

Mientras, algo que leí me dio una puñalada. Así son las cosas. Siempre alguien te tira la verdad en la cara. Tal vez termine de decidirme a vivir un día de estos.

sábado, junio 02, 2007

El horizonte

Puse rumbo al horizonte
y por nada me detuve,
ansioso por llegar
donde las olas salpican las nubes,
y brindar en primera fila
con el sol resucitado,
sentarme en la barandilla
y ver qué hay del otro lado.

Y cuanto más voy pa' allá
más lejos queda,
cuanto más deprisa voy
más lejos se va.


Allí nacen las leyendas
y se ocultan los secretos
y se alcanza a dibujar
con las estrellas en el firmamento.
Sueño con encaramarme
a sus amplios miradores
para anunciar, si es que vienen,
tiempos mejores.

Joan Manuel Serrat (1983)


Joan Manuel Serrat...

lunes, mayo 14, 2007

Hijos

Esto de la educación de los hijos (póngase uno en plan de hijo o de padre, el cuento es el mismo), es de verdad algo difícil de ejercer, pero sobre todo de predicar. Me refiero a que alguien pueda decir a otro como educar...
Estaba pensando en esto, porque de verdad cuesta (sobre todo cuando la responsabilidad es de uno solo, aunque nunca estuve del todo segura de aquello de que los chicos necesiten "la familia tradicional" para ser felices) y me encontré con un post de Psicobyte, que voy a cortar y pegar sin ningún pudor, tan sólo porque me hizo sonreir, porque pocas veces me sentí tan identificada con un texto de otro, y porque tiene mucho que ver con mi experiencia.
Creo que uno nunca sabe si hizo las cosas bien hasta que los hijos crecen y se convierten en adultos, y allí ya no hay tiempo para corregir demasiadas cosas. Tampoco está mal que así sea. Después de todo ellos habitan "en la casa del mañana, que tú no puedes visitar, ni siquiera en sueños".

Mis padres decidieron que no inculcarían a sus hijos ninguna religión o creencia para que, siendo adultos y (presumiblemente) responsables, adoptasen libremente sus propias creencias.

Mi madre (que decía "Yo no me meto en los asuntos de dios, y él no se mete en los míos") me explicó una vez "Cuando seas mayor, tú creerás en lo que tu decidas".

El predecible resultado fue que, como ya sabes si me has leído por aquí alguna vez, soy ateo.

Tuve profesores de todo tipo, con ideas y creencias muy distintas que, a veces, intentaron enseñarme visiones mas estrechas de la realidad, en las que había preguntas que yo no tenia derecho a hacer.

Tuve incluso un profesor que agitaba ante nuestras mentes los inenarrables horrores del infierno (¿Sabes cuanto dura una eternidad de sufrimiento?) para todo aquel que osase tan siquiera pensar en lo que el consideraba incorrecto.

Por fortuna me libré de sufrir ningún trauma: Si en tu casa te han enseñado que ser libre es mas que un derecho, que es un deber y una responsabilidad, será muy difícil que te conviertan en un esclavo en la escuela.

Me enseñaron también a ser crítico con el mundo, a tratar de entender las cosas y a evitar creer nada sin motivo.

Nunca tuve la clásica tensa charla "sobre el tema del sexo", porque nunca hizo falta. Nunca hubo "cigüeñas" ni ridículos cuentos similares en mi infancia. El proceso por el que nacemos era tan misterioso y tan tabú como el de la digestión de los alimentos.

El desnudo tampoco fue nunca algo a ocultar. Cuando en tu casa os habéis duchado juntos durante años tú, tu padre, tu madre, tu hermana y tu hermano (si, cinco, al mismo tiempo), no puedes siquiera pensar que hay quien cree que existe algo implícitamente sucio en un cuerpo desnudo.

No se si mi padre lo recuerda pero, una vez, hablando del "otro difícil tema" de las drogas me dijo: "Si te ofrecen un porro y tienes curiosidad acéptalo y, cuando veas que no es nada de lo que te imaginas, entonces lo dejas". Y, en su momento, lo hice así. He fumado porros más de una vez y me he pillado algunos colocones. No es ni bueno, ni malo, ni todo lo contrario. Hace años que rechazo cualquier oferta de "una calada" sin vergüenza, sin miedo y, por supuesto, sin ninguna pretensión de "pureza personal" ni superioridad.

Para ser sincero contigo: No puedo evitar una cierta punzada de superioridad cuando veo a alguno de esos que se sienten transgresores cuando fuman un porro, como un crío que pide una cerveza para parecer "mas hombre".

Me enseñaron a ser una persona moral y sin prejuicios. Sin inviolables leyes kantianas ni relativismos postmodernos. Me enseñaron a respetar y a tratar de merecer respeto. Y no me lo enseñaron con palabras, si no con hechos. Día a día.

Indudablemente, no soy la mejor persona del mundo. Probablemente, tampoco sea la mejor persona que conozco.

Podría ser mejor persona de lo que soy pero, cualquiera que sean mis limitaciones, son mis propios defectos, no de la educación que recibí.

La verdad es que mis padres me pusieron el listón muy alto: Si algún día me veo en la tesitura, quisiera ser capaz de educar como ellos me educaron a mí.


En Psicofonías (algo así como el blog de Psicobyte)

miércoles, mayo 09, 2007

Sinceramente

Las buenas canciones no son para tararearlas en cualquier momento y lugar...


Cuéntale a tu corazón

que existe siempre una razón
escondida en cada gesto.
Del derecho y del revés
uno sólo es lo que es
y anda siempre con lo puesto.

Joan Manuel Serrat...


Esta por ejemplo, puede canturrearse con despreocupación, en voz no muy alta, mientras uno cocina albóndigas con arroz. Es el momento exacto, mientras por un instante el universo parece estar en armonía. La canción viene a la mente y uno la escucha, apenas la escucha, casi sin saber que la propia voz suena.

Alguien preguntará que estamos cantando. Pero la canción y su sonido serán tan profundamente nuestros que nos dará pudor continuar.

Sin embargo, música y poesía están allí, esperando ser compartidas por primera vez.

jueves, marzo 29, 2007

Historia de una separación

Origami realizado por Hernán

El hombre ha dicho a la mujer:
Te amo

Y cómo:
Como si yo apretara entre mis palmas
mi corazón, como un trozo de vidrio
ensangrentándome los dedos
al trizarlo
locamente.

El hombre ha dicho a la mujer:
Te amo

Y cómo:
con la profundidad de los kilómetros
con toda la inmensidad de los kilómetros
Cien por ciento
Mil veces ciento
Hasta lo infinito cien mil veces ciento

La mujer dijo al hombre:
Yo he mirado
con mis labios
con mi cabeza y con mi corazón
Con amor, con terror, al inclinarme
sobre tus labios
sobre tu corazón
y tu cabeza
Y todo lo que yo te digo ahora
lo he aprendido de ti
como un murmullo en las tinieblas
Y hoy yo sé
que la tierra
así como una madre
de rostro asoleado
amamanta a su más hermoso niño.
¿Mas qué hacer?
Sujetos mis cabellos a los dedos
de lo que muere están
y no puedo, no puedo separar mi cabeza
Debes partir, ahora
contemplando los ojos de este recién nacido
Debes partir, debes abandonarme
La mujer se calló
Ellos se han abrazado
Al suelo cayó un libro
Se cerró una ventana
Y así se separaron.


Nazim Hikmet

sábado, febrero 24, 2007

Gente

Hay gente que con sólo decir una palabra
enciende la ilusión y los rosales:
que con sólo sonreír entre los ojos
nos invita a viajar por otras zonas,
nos hace recorrer toda la magia.

Hay gente que con sólo dar la mano
rompe la soledad, pone la mesa,
sirve el puchero, coloca las guirnaldas;
que con sólo empuñar una guitarra
hace una sinfonía de entre casa.

Hay gente que con sólo abrir la boca
llega hasta los límites del alma,
alimenta una flor, inventa sueños,
hace cantar el vino en las tinajas
y se queda después, como si nada.

Y uno se va de novio con la vida
desterrando una muerte solitaria
pues sabe que a la vuelta de la esquina
hay gente que es así, tan necesaria.


Hamlet Lima Quintana


Y es que no quiero convencerme de que la buena gente no existe. No. Creo que no es cierto.

sábado, febrero 17, 2007

El blog de Joaco


La primera vez que lo vi tenía ojitos verdes y me miró con cara de enojado. Enojado con el mundo, supongo, porque lo habían separado de mí toda la noche, y esa había sido la primera noche de su vida.
Después el verde se tornó en color miel, y hubo montones de sonrisas y unas cuantas más caras de enojo. Creció y crece, y cada día se pone más complicada la cosa.

Ahora el tipo me pide (¡es el colmo!) que le haga propaganda. Yo le pedí que me haga un dibujo para mi blog, y él se mandó uno con spam incluido.
Que va a ser, soy madre y tengo que cumplir mi promesa. Y reconozco que hizo méritos: borró un post plagado de palabrotas, me dio unos cuantos lindos abrazos esta semana y además se cortó el pelo (al que se le ocurra un comentario de fastidio hacia mi persona por este requisito, se lo guarde).
Con ustedes, Akin-Jo y su blog. Las quejas y reclamos, como dice el tío Leo, al autor.

miércoles, febrero 07, 2007

Tango


Primero hay que saber sufrir,
después amar, después partir
y al fin andar sin pensamiento...


"Naranjo en flor", de Homero y Virgilio Expósito

miércoles, enero 31, 2007

Elogio del dulce de leche


Uno de los antídotos contra al mal humor, la tristeza o el cansancio que funciona muy bien en mi es el dulce de leche (lo de antídoto viene de una lista que escribí hace un tiempo y que en algún momento pondré aquí, pero esa es otra historia).

Las ganas de hablar del dulce de mis amores vienen de un pequeño intercambio vía comentarios, en el que hablábamos con debolsillo de las diferentes consistencias del dulce de leche (cajeta en México, manjar en Chile, arequipe en Colombia y Venezuela…).
Lo disfruté a lo largo de mi vida y lo sigo haciendo: es culpable de que me acuse a mi misma de golosa incurable, y de que se me vayan los ojos frente a la vitrina de una de esas buenas panaderías (algo que intento evitar en presencia de otras personas, pero no siempre consigo).

Es cierto que parece uno de esos casos en los que se consume algo por pura ansiedad, pero no. El dulce de leche cambia mi estado de ánimo, me tranquiliza, me alivia.
He aprendido a seleccionar según color, espesor y sabor: ninguno es igual al otro. Hay marcas inolvidables, como La Martona, Chimbote o San Ignacio, que con el tiempo o desaparecieron o se volvieron casi incomprables.
De las que se vendieron durante años en los almacenes, mi preferido era el Gándara, que tenía el equilibrio perfecto entre blandito y consistente, un brillo distinto a los demás, y un saborcito…y que creo que ya no se fabrica.
Por otro lado, aunque admite mil combinaciones (y sigo probando) hay clásicos que jamás dejarán de parecerme manjares de los dioses: la torta milhojas es uno de ellos, los alfajorcitos de maizena (hechos en casa, claro) otro. Los cañoncitos también me enloquecían, pero ahora me quedó lejos la panadería Oddone, que hacía los mejores del mundo mundial.

El dulce de leche es también responsable de algunos recuerdos imborrables: cierro los ojos y me veo tomando té con leche con mi viejo en el bar Oriente, pegado a la estación de Quilmes, donde te servían junto a las tres medialunas de rigor un platito de plástico desgastado (rosa, celeste o amarillo) con un “copito” de dulce de leche. Nunca jamás vi que lo hicieran en ningún otro lugar.
O me transporto a la casa de mi abuela en La Plata, en la mesa naranja de la cocina, atacando una bolsa de un cuarto de maizenitas (unas galletitas arqueadas que aun existen, otro complemento formidable) armando “sanguchitos” hasta hartarme.
Paro acá. No, no soy una viciosa. No, no y no. Adicta, tampoco. Jamás de los jamases.

A todo esto, y mientras buscaba la imagen que ilustra esta entrada, aprendí en la Wiki que la receta de dulce de leche lleva bicarbonato de sodio para que se produzca la reacción de Maillard, que es la que lo pone marroncito.
Miren si será interesante lo que descubrió don Maillard: el mismo proceso químico es el responsable del sabor del asadito y del doradito de las tostadas, que por cierto también admiten de buena gana ser untadas con abundante dulce de leche…pero ¡por favor! sin mezclar con manteca.

miércoles, enero 24, 2007

De los libros buscados, la miel y las ganas de leer


Leo en Historia de la Materia:


Me parece claro: la miel pone muy mala onda para despegarse del tarro y posarse sobre el pan con manteca. Hasta el último chorrito protesta, aprovechando nuestra torpeza matinal…Y cuando por fin logramos separarla de su frasco, chorrea en la mesa o en la taza. ¡Qué diferencia con el café o el té, que no lo dudan un segundo: adentro o afuera de la taza o la cuchara, nos separamos sin adioses interminables! ¿Cómo se pueden explicar semejantes diferencias ¿Por qué la miel chorrea tan lánguidamente? En realidad, todos los líquidos son complicados: hace muy poco que se han empezado a investigar estos problemas, y apenas se esbozan algunas respuestas…

Cuando por fín logro esparcir la miel sobre la tostada, la mojo en el café, volviéndola deliciosa y peligrosamente blanda. Es cierto, pierdo lo crocante de la tostada, que es muy difícil de analizar y controlar. Pero, por oscuras razones, mojarla parece aumentar su gusto. De a poco, el café avanza en la tostada, aumentando el riesgo de volverla demasiado blanda, con las consecuencias catastróficas que conocemos. Ya será muy tarde, entonces, para preguntarse por qué al café le gusta invadir la intimidad de la tostada.

Y justamente, aprovechando que estamos medio distraídos, una gotita de café logra escapar y cae sobre la mesa: saca sus patitas para tratar de amortiguar el golpe, pero no hay nada que hacer: ya está separada de sus amigas, solita en la mesa. Desconsolada, se evapora de a poco, dejando como leve protesta una pequeña mancha negra. Con mucha elegancia, ésta no cubre toda su extensión, sino que apenas la recuerda, rodeándola. Y uno se pregunta por qué los granitos de café se concentran en el borde cuando estaban al principio bien repartidos en toda la gota…


Anduve varios días de kiosco en kiosco buscando el librito. Y no era para mí. Pero las primeras páginas me atraparon. No pensaba leerlo, y aquí está, en mi mesa de luz, esperando que el destinatario original no se lo lleve pronto, y culpable de que otra vez me vaya a la cama esperando que el sueño no gane la pelea contra las ganas de leer un poco, como hacía tiempo no me pasaba.
Ahí estaba el “Ensayo sobre la lucidez” de Saramago, haciendo el intento. Seguirá allí, supongo, y logrará su cometido también.
Pero Historia de la materia de Pablo Jensen, un librito de divulgación científica del que en otros tiempos (ya muy lejanos) hubiera pasado de largo sin pensar, será sin dudas el primero que terminaré en 2007, ojalá el primero de la lista de los futuros libros consumidos no por descansar la mente, no por “agarrá un libro y distraete”, sino simple y llanamente por esas maravillosas y siempre bienvenidas ganas de leer.

miércoles, enero 17, 2007

Los Reyes son los padres


Vamos a hablar, hijos míos,

ya sabéis que los Reyes son los padres.

Que mataron a los indios por ser buenos

los vaqueros, machistas y cobardes.

Queremos que sepáis que el amor,
como todo lo hermoso, no es pecado.
Que Popeye se alimenta de espinacas
pero también de carne y de pescado.

Que es agente de la CIA el Ratón Mickey
y más que nada, Tarzán, es un racista.
Supermán es asexuado y gilipollas
y todos ellos son anticomunistas.

Que los niños no vienen de París
-y mucho menos de adentro de un repollo-
que los tigres de papel son cuentos chinos:
jamás el Coco se ha comido un rosco.

También el negro es un color hermoso
y no todo lo blanco es trigo limpio.
Quienes manejan las tonalidades
son miserables que se han hecho muy ricos.

Que el Oro de Moscú y el cuarto oscuro,
la cigüeña, la bruja y los angelitos,
son mentiras terroristas de los grandes
para tener engañados a los chicos.

Que ser virgen tampoco es una hazaña:
no hay diferencia entre falda y pantalones.
Para tirar adelante en esta vida
da lo mismo ovarios que cojones.

Acabamos, por hoy, con este rollo.
Hacéis bien si estáis tomando nota,
pero cuidado, que hay que tener presente,
que los padres, como todos, se equivocan.

Quintín Cabrera


Quizás coincidió con que mis hijos saben ahora, definitivamente, que los Reyes son los padres. Quizás con que ayer por la mañana estaba yo pensando en lo difícil de ser padre, en lo difícil de ser hijo.

Andaba por Nómadas y me encontré con esta maravilla de Quintín Cabrera, a quien no conocía hasta hoy. Es uruguayo e hizo la mayor parte de su carrera en España. Lamento muchísimo no haberlo conocido antes. Me alegro de haberlo encontrado, aunque hasta ahora sólo pueda leerlo.

Si alguien sabe donde encontrar algo de su música...ya saben, no se guarden el dato.

sábado, enero 13, 2007

Perfil



Ella, cachetes abundantes y patas gordas, mira las sombras de la reja sobre el piso soleado.
El piso es de algo parecido a la madera (dirán, los que se acuerden, que piso era). Hay una alfombra y dos almohadones redondos tejidos. Me gusta.
Pensativa, ella sostiene su libro de los 100 cuentos. Me encantan esos dedos.
La ropa le queda un poco chica, estaba creciendo, pero todavía no lo suficiente para ocupar su cabeza en más de una cosa a la vez.
Y esta vez eran, indiscutiblemente, las sombras de la reja en el piso. Y quizás la sensación de calor sobre los piecitos también gordos.
Cuando pueda contaré por qué más me gusta tanto esta foto.

lunes, enero 08, 2007

Año nuevo



Sepan ustedes que el silencio no es tiempo perdido sólo si significa una espera ardiente. Que después de una noche lluviosa, aun en la incertidumbre pueden surgir certezas. Que es mejor soñar en paralelo y mirar en diagonal.

Los Reyes Magos habían pasado hacía dos días. El mundo había temblado bajo nuestros pies el 31 de diciembre justo a la medianoche, aunque pensamos que era el estruendo de los fuegos artificiales.

Sepan ustedes que el amor está hecho de cosas sutiles, ingrávidas, impalpables, fugaces. Si no está fabricado de esa sustancia, tal vez no sea lo que parece.

Por la tarde, a la hora en que la siesta de verano comienza a terminar, el eco de un sentimiento alumbró desde un tiempo distante. Se escapó desde el universo alternativo donde habitaba, inerte, y se decidió a vivir de verdad.

Créanlo. Puede pasarles cualquier día. A condición de que sea domingo de enero y que la lluvia esté cerca. Sólo y tan sólo si la mente, el corazón y el alma (aunque no exista) funcionan al unísono.

viernes, diciembre 22, 2006

Para la buena voluntad















En este año que se va
hay tantas cosas que se quedarán,
tantas sonrisas, tantas palabras,
tantos motivos para amar y amar

En este año que se va
hay tantos sueños para rescatar,
tantas canciones, tantos momentos,
tanto que no tendrá final

La vieja casa que nos vio volar
hoy se despide y nada más

En este año que vendrá
cuánta esperanza nos regalarán
nuevos los brazos y los deseos
para volver a andar y andar

Yo te prometo que no acabará
todo lo que nos procuró la paz

Si bien ha sido el sol nuestro motivo para andar
te dejo esta canción para la buena voluntad

En este año que vendrá
yo te prometo Patria mía estar
en cada tono, en cada cuerda,
cada canción que nacerá

Porque no es cierto que naufragarás
toma mi canto hoy y mucho más


Alejandro Filio



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De canciones a poemas: meme hernandiano

Lo ví en Respuestas sin pregunta y me gustó. A mi tampoco me parecía interesante el meme de las canciones, aunque si ví algunos resultados divertidos.
Debolsillo propuso cambiar de canciones a poemas, y ahí si me dieron muchas ganas de jugar.
Aunque no sabía bien si con Nazim Hikmet, con Mario Benedetti, con Jaime Sabines…
Finalmente me decidí por el poeta que acompañó mi adolescencia y que aun hoy me conmueve: Miguel Hernández.
Igual que debolsillo he respetado las once preguntas originales, respondiéndolas con un fragmento de un poema, con la dificultad de intentar decir al menos una parte de verdad sobre mí en cada respuesta.

1- ¿Eres hombre o mujer?

Me empino
para ser
mujer,
pero
no llego

(De Niña al final)

2- Descríbete:

Un enterrado vivo por el llanto,
una revolución dentro de un hueso,

un rayo soy sujeto a una redoma.

(20- de El rayo que no cesa)


3- ¿Qué sienten las personas acerca de ti?

Nadie me verá del todo
ni es nadie como lo miro.

Somos algo más que vemos,

algo menos que inquirimos.

Algún suceso de todos

pasa desapercibido.

Nadie nos ha visto. A nadie

ciegos de ver, hemos visto.


(77- de Cancionero y Romancero de Ausencias)

4- ¿Cómo describirías tu anterior relación sentimental?

Fatiga tanto andar sobre la arena
descorazonadora de un desierto,

tanto vivir en la ciudad de un puerto
si el corazón de barcos no se llena.


(24- de El rayo que no cesa)

5- Describe tu actual relación con tu pareja:

Nadie me salvará de este naufragio
si no es tu amor, la tabla que procuro,

si no es tu voz, el norte que pretendo.


(10- De El rayo que no cesa)

6- ¿Dónde quisieras estar ahora?


Llevadme al cementerio
de los zapatos viejos.


(33-De Cancionero y Romancero de Ausencias)

7- ¿Cómo eres respecto al amor?

Todo lo que significa
golondrinas, ascensión,
claridad, anchura, aire,
decidido espacio, sol,
horizonte aleteante,
sepultado en un rincón.
Esperanza, mar, desierto,
sangre, monte rodador:
libertades de mi alma

clamorosas de pasión,
desfilando por mi cuerpo,
donde no se quedan, no,
pero donde se despliegan,
sólo por amor.


(De Antes del odio)


8- ¿Cómo es tu vida?


Un carnívoro cuchillo
de ala dulce y homicida
sostiene un vuelo y un brillo

alrededor de mi vida.

(1- De El rayo que no cesa)


9- ¿Qué pedirías si tuvieras un solo deseo?

Que mi voz suba a los montes
y baje a la tierra y truene,
eso pide mi garganta

desde ahora y desde siempre.


(De Sentado sobre los muertos)


10- Escribe una cita o frase sabia:

Tristes guerras
si no es amor la empresa.

Tristes. Tristes.

Tristes armas
si no son las palabras.
Tristes. Tristes.

Tristes hombres
si no mueren de amores
.
Tristes. Tristes.

(59- De Cancionero y Romancero de Ausencias)

11- Ahora despídete:

El odio se amortigua
detrás de la ventana.


Será la garra suave.

Dejadme la esperanza.


(De Canción última)

viernes, noviembre 24, 2006

Tiempo y espacio



Si pudiera guardar la felicidad de este momento en un frasquito, y después aspirarla cuando me siento mal, como si fuera una droga...

lunes, noviembre 13, 2006

Ese lugar

Allá donde se esconden los recuerdos que durante mucho tiempo dejé dormir están las claves para entender unas pocas cosas.
Allá, en ese territorio, hay un tablero de ajedrez mínimo con un partida a medio jugar sobre un escritorio amplio, ahí mismo donde está la fuente inagotable de papeles amarillentos para dibujar de un solo lado, y las libretas de colores con la marca de algun corralón de elementos para la construcción.
Cuesta volver. Sin embargo allá están los patines con rueditas naranjas. Las calles cálidas y la amistad, y las risas. ¡Ay!, dudo en volver porque temo descubrir que es cierto que sólo allí vive la amistad.
Allá, muy lejos, en los confines de esa comarca, hay un campito con arbolitos de mora, cuyo sabor casi no recuerdo, aunque sí su color sobre el blanco del guardapolvo. Por allí hay también unos muebles amarillos, una casa pequeña, un sillón de mimbre, y un llavero con una gran esfera pesada que servía para jugar al “tiburón”. Pero eso está en un lugar muy remoto, y llegar hasta allí cuesta demasiado.
Allá, en esas tierras, hay una colección de libros con tapas rojas. Y está mi hermano mayor, una mañana, leyendo la contratapa de uno de ellos, mientras yo entreduermo en mi cama con cabecera rosada. Después de todo no está tan lejos...
Allí, en esos lugares, hay decenas de cuadernos escritos con letra prolija y subrayados con colores, y hay una cierta soledad que nace de algunas preguntas que no se pueden responder, ni siquiera entre pares.
Allí, en esos parajes, hay paquetitos donde vienen nueve Sugus del mismo color (no estoy segura si son nueve, pero me gusta el número), bloquecitos Suchard rojos de chocolate y cereal, y frutillitas de gelatina con azúcar en una bolsita de papel, que solamente (que nadie me discuta) las venden en la Capital, y que son exquisitas porque además vienen adentro de la cartera de mi mamá.
Muy, muy lejos, está el circuito KDT con los karting, y la leche Cindor en botellita de vidrio y un paquete de dos Bay Biscuits, en el bar del primer piso. Y las hamacas naranjas donde hacemos fuerza para tocar con la punta de los pies el enorme laurel. Y las planchas de figuritas con brillantina.
Allá lejos hay mañanas en las que como durante toda mi vida, me cuesta mucho levantarme. Hay eternas peleas frente al espejo con un cepillo y dos hebillitas que sólo dan marco al enriedo. Hay unas cuantas clases de danzas, y algunos bailes secretos, cuando en casa no hay nadie, con la música que suena en la imaginación. Hay también amigos impalpables y una fantasía inagotable.
Allí hay fiestas de cumpleaños y alfajorcitos de maizena, un diario íntimo con tapas brillantes y un puñado de sueños indestructibles.
Allí aprieto fuerte la mano de mamá cuando cruzo la calle. Allí batallo con papá que trata de enseñarme alguna cuenta. En ese pequeño paraje cálido y lejano, silencioso e inaccesible, está casi toda mi vida. Que otra cosa es si no la infancia.

sábado, noviembre 11, 2006

Soledad

Soledad,
aqui están mis credenciales,
vengo llamando a tu puerta
desde hace un tiempo,
creo que pasaremos juntos temporales,
propongo que tu y yo nos vayamos conociendo.

Aquí estoy,
te traigo mis cicatrices,
palabras sobre papel pentagramado,
no te fijes mucho en lo que dicen,
me encontrarás
en cada cosa que he callado.

Ya pasó
ya he dejado que se empañe
la ilusión de que vivir es indoloro.
Que raro que seas tú
quien me acompañe, soledad,
a mi, que nunca supe bien
cómo estar solo.



Jorge Drexler, 12 segundos de oscuridad, 2006



viernes, octubre 27, 2006

La tarde del martes

El martes por la tarde volví a casa apurada porque todo se ponía negro. Todavía no eran las 18, y cuando llegué desde mi puerta el cielo se veía así...


Todavía había tranquilidad, sin embargo. Él dormía plácidamente...



No pasaron cinco minutos y el temporal se desató. Lluvia fuerte, relámpagos, truenos. Corrí a desenchufar la pc. En unos segundos todo estaba en orden, no había ningún contacto con el mundo exterior desde mi artefacto de trabajo y entretenimiento. Pero él percibió el peligro y corrió a su puesto. Hizo guardia durante toda la tormenta...


Un rato después, cuando ya no había riesgos, prendí la tele, y daban esta noticia...


¿A quien se le ocurre confiscar las tortas fritas en una tarde de lluvia? A la policía, claro, a quien más...

El miércoles por la mañana, ya todo parecía normal.

lunes, octubre 23, 2006

Joaquín y la publicidad



"Son re pelotudas las propagandas de perfume:
sólo te muestran a la mina, y no podés sentir el olor a perfume..."


Joaquín, 11 años